Blog Los viajes de Dora Visita a Lisboa - Día 2 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Visita a Lisboa - Día 2

En nuestro segundo día por Lisboa nos acercamos al  Barrio de Alfama para ver la Casa dos Bicos y la Sé. Delimitada al Norte por el Castillo, al Noroeste por los barrios de Graça y Mouraria y al Sur por el Tajo, Alfama, con su laberinto de callejuelas estrechas y sinuosas, de callejones cortados por escaleras y arcos, ha conservado la fisonomía antes del terremoto.

Aunque ha sido objeto de numerosas renovaciones, Alfama conserva en gran parte su aspecto tradicional.

La mejor manera de conocer este barrio es callejeando por sus calles estrechas y serpenteantes y llegar andando hasta el Castelo de San Jorge descubriendo sus miradores y sus monumentos más importantes.


Empezamos nuestro recorrido por el Barrio de Alfama en la Casa dos Bicos.

Casa Dos Bicos

La fachada, erizada de piedras talladas en punta de diamante, formaba parte de un palacio del siglo XVI que pertenecía al hijo de Alfonso de Alburquerque, virrey de las Indias. Durante el terremoto de 1755 perdió el piso superior, que fue reconstruido en 1982. Hoy en día en la Casa dos Bicos funcionan diversos servicios de la Cámara Municipal de Lisboa y, en el futuro, acogerá la biblioteca de la Fundación José Saramago.




Desde allí nos adentramos en pleno barrio de Alfama por sus sinuosas callejuelas, he de reconocer que con algo de respeto, pues a primera vista, este barrio puede llegar a impresionarte, eso sí, en cuanto llegamos a la calle principal, la Rua do Limoeiro, por donde pasa el famoso tranvía número 15, y vislumbramos las primeras vistas de su impresionante Catedral (Sé), ya nos tranquilizamos.


Pero antes de adentrarnos en la misma, nos acercamos a la Iglesia de Santo Antonio da Sé, construida en el antiguo emplazamiento de la casa natal de San Antonio de Padua. Un pequeño Museo Antoniano reúne diversas representaciones de este santo popular, patrón de la ciudad de Lisboa.



     




     


Catedral de Lisboa (Sé)

Como las catedrales de Oporto, Coimbra y Évora, desempeñó su papel de fortaleza: las dos torres de la fachada y sus almenas dan fe de ello. Fue construida en estilo románico a finales del siglo XII, poco después de la toma de la ciudad por Alfonso Enríquez con la ayuda de los cruzados. Se cree que los arquitectos fueron los franceses Robert y Bernard, autores de la catedral de Coimbra.

La catedral de Lisboa fue modificada numerosas veces, sobre todo, después de varios terremotos (el de 1755 ocasionó el hundimiento del presbiterio y de la linterna que coronaba el crucero). Una hábil reconstrucción ha devuelto el estilo románico a la fachada y la nave pero también se ven elementos góticos y diversas modificaciones realizadas en los siglos XVII y XVIII.


      


En el interior, la nave principal está cubierta por una bóveda de medio punto y un elegante triforio. El conjunto es de un estilo románico muy sobrio.

La capilla mayor, con una bóveda de nervios sostenidos por trompas, fue reconstruida en el siglo XVIII, pero la girola, abierta con ventanas lanceoladas góticas, es de estilo gótico, y corresponde a unas reformas realizadas en el siglo XIV.






     





     

El claustro bastante deteriorado, es de estilo gótico cisterciense (finales del siglo XIII) y alberga sepulcros y lápidas funerarias. La galería inferior está sostenida por poderosos contrafuertes que se alternan con arquerías góticas coronadas por unos óculos en forma de estrella.

En los jardines del claustro unas excavaciones han puesto al descubierto unos vestigios fenicios (siglo VIII a.C.) y romanos, así como las ruinas de una antigua mezquita (siglos IX y X).






      









El tesoro de la catedral. Una escalera conduce a las salas donde se exponen magníficos ornamentos sacerdotales, relicarios y piezas de orfebrería sagrada.




Barrio de Alfama: Mirador de Santa Luzia y Largo das Portas do Sol

Continuando por la misma calle por donde discurre el tranvía 15, llegamos al Mirador de Santa Luzia en donde se ubica la iglesia del mismo nombre.








Una plazoleta sombreada y florida se ha convertido en un maravilloso mirador sobre los vestigios de las antiguas fortificaciones árabes. El mirador ofrece una increíble vista del Tajo, el puerto y los tejados de Alfama sobre los que sobresalen los campanarios de Sao Miguel y Santo Estevao.

     



Los muros exteriores de la iglesia de Santa Luzia están cubiertos con paneles de azulejos. En uno de ellos figura la Praça do Comércio y en otro la toma de Lisboa por los cruzados y la muerte de Martim Moniz en el castillo de San Jorge. El muro que limita la plaza por el Sur se cubre con azulejos que representan una vista general de Lisboa.




Justo al lado se encuentra en mirador de Largo das Portas do Sol. Esta plaza tiene además una agradable terraza con vistas maravillosas de Sao Vicente de Fora.







Tranvía 28

Aunque sólo sea una vez en tu viaje a Lisboa, es obligado montar en este tranvía, toda una institución en Lisboa, que recorre prácticamente los lugares más turísticos de la ciudad: los barrios de Graça, Alfama, Baixa, Barrio Alto entre otros.

     



     

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