Blog Los viajes de Dora Visita a Lisboa - Día 4 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Visita a Lisboa - Día 4

Monumento a los Descubrimientos

El monumento a los Descubrimientos, obra del escultor Leopoldo de Almeida, de 52 metros de altura, fue erigido en 1960 con ocasión del V Centenario de la muerte del infante Enrique el Navegante.

Representa la proa de un navío sobre el que el infante abre camino a una muchedumbre de personajes, entre los que se reconoce, en el lado derecho, al rey Manuel que lleva la esfera armilar, Camoens llevando un extracto de Os Lusíadas, y el pintor Nuno Gonçalves. Desde lo alto del monumento hay una bonita vista del Tajo, los monumentos de Belém y los barrios al Oeste de la ciudad. También desde lo alto se puede admirar el mosaico de mármol que se encuentra al pie del monumento: una rosa de los vientos y en el centro un mapamundi.

      



Torre de Belém

Esta elegante torre manuelina fue construida entre 1515 y 1519 en medio del Tajo para defender su desembocadura y el Monasterio de los Jerónimos. Debido al desplazamiento del curso del río durante el terremoto de 1755 hoy se encuentra al borde de una playa. Es una verdadera joya de la arquitectura en la que la construcción, todavía románico-gótica, se adorna con logias que recuerdan a Venecia y unas cúpulas que evocan a Marruecos, donde había viajado su arquitecto Francisco de Arruda. A la torre cuadrada, preparada para usos artilleros, se le añade una plataforma cuyas almenas, decoradas con escudos, llevan la cruz de la orden de Cristo.


      

       

Sobre la terraza, delante de la torre del homenaje, se alza, frente al mar, una bella estatua de Ntra. Sra. de la Buena Suerte. La torre tiene cinco pisos y se termina en una terraza. En la planta baja impresiona ver en el suelo las aberturas por las que eran arrojados los prisioneros a los fosos, generalmente inundados. En el tercer piso, los elegantes balcones con ventanas geminadas y una magnífica galería renacentista coronada por las armas del rey Manuel y dos esferas armilares, suavizan la severidad original del conjunto.





Y no se os olvide buscar el famoso rinoceronte.


Horario:

10:00 a 17:30 (invierno; última entrada a las 17:00)
10:00 a 18:30 (verano; última entrada a las 18:00)
Cerrado todos los lunes, 1 de enero, Domingo de Pascua, 1 de mayo y 25 de diciembre.

Precio:

Adultos: 5 €
Carnet Joven: 60% de descuento
Mayores de 65 años y minusválidos: 50% de descuento
Niños hasta 14 años: gratis
Familias: 50% descuento para menores entre 15-18 años acompañados por uno o ambos padres.
Entradas combinadas: Monasterio dos Jerónimos + Torre de Belém, 10 € / Lisboa Monumental (Monasterios de los Jerónimos + Torre de Belem + Palacio Nacional de Ajuda), 13 € /
Domingos y festivos hasta las 14:00: entrada gratuita
Lisboa Card: gratis.

Nosotros entramos con la Lisboa Card que habíamos comprado para ese día con la intención de no encontrarnos con colas en el Monasterio de los Jerónimos. En el caso de la Torre de Belém, la Lisboa Card resultó ser innecesario, a la entrada no había nada de cola y una vez en su interior, la dificultad viene a la hora de subir a la terraza, ya que la escalera de caracol que nos permite el acceso a las diferentes plantas es muy estrecha, con lo que o se sube o se baja, para ello es necesario pararse en cada una de las plantas, y una vez en ellas un sistema de flechas rojas o verdes nos permite seguir subiendo o bajando a la siguiente planta, el problema es que había un gran número de visitantes que o bien por desconocimiento o bien por querer pasarse de listos, no habían caso de las flechas y te los encontrabas en las escaleras bajando cuando tú tenías permiso para subir o viceversa, por lo que al final tardamos más de una hora en poder acceder a la terraza y en bajar de la misma.

Museo de Carruajes y Pastelería Belém

Y por supuesto estando en el Barrio de Belém, es obligada una visita a la famosa pastelería Pasteis de Belém en donde degustamos unos riquísimos pastelitos de Belém, sin duda, el postre estrella de Lisboa.

En el inicio del siglo XIX, en Belém, cerca del Mosteiro dos Jerónimos funcionaba una refinería de caña de azúcar asociada a una pequeña tienda de comercio variado.

Como consecuencia de la Revolución Liberal ocurrida en 1820, todos los conventos de Portugal se cerraron en 1834, expulsando a todos los trabajadores y el Clero.

En una tentativa de supervivencia, alguien del Monasterio puso a la venta, en aquella pequeña tienda de comercio, unos pasteles llamados "Pastéis de Belém".

En aquella época, la zona de Belém, quedaba lejos de la ciudad de Lisboa y el recorrido era asegurado por los barcos a vapor que llegaban a esa zona. Aún así, la imponencia del Mosteiro dos Jerónimos e de la Torre de Belém atraían a los visitantes, que enseguida se acostumbraban a saborear los deliciosos pasteles originarios del Monasterio.

En 1837 se dio inicio a la fabricación de los "Pastéis de Belém" en las instalaciones anexas a la refinería según la antigua “receta secreta” originaria del convento. Desde entonces, esta receta es transmitida y conocida exclusivamente por los maestros pasteleros que los fabrican de modo artesanal en el “Taller del Secreto”. Esta receta se mantiene inalterable hasta hoy en día.

De hecho, es por medio de una exigente elección de ingredientes que, la única y verdadera fábrica de los ¨Pastéis de Belém", proporciona hoy el sabor de la antigua pastelería portuguesa.




     

Museo de Carruajes

Instalado en las salas del antiguo picadero real del palacio de Belém, actual residencia del presidente de la República, este Museo de Carruajes fue creado en 1904 por la reina Amelia. Reúne una excelente colección de coches (carrozas, berlinas, literas, etc.). El más antiguo es la magnífica berlina pintada que Felipe II trajo de España a finales del siglo XVI. Las piezas más extraordinarias son, al fondo de la sala, tres inmensas carrozas construidas en Roma en 1716 para la embajada del Marqués de Fontes, embajador extraordinario italiano y representan los descubrimientos y conquistas de Portugal en forma de alegorías. La carroza de Juan V destaca por la belleza de las pinturas de Antoine Quillard y las esculturas que lo adornan.

Reconozco que no habríamos visitado el museo si no llega a ser porque el día que estuvimos visitando el Barrio de Belém, habíamos adquirido la Lisboa Card para evitar colas en el Monasterio de los Jerónimos. Y la verdad es que el interior del edificio nos pareció precioso, muy suntuoso, y las carrozas dignas de admirar. Un complemento ideal para nuestro paseo por uno de los barrios emblemáticos de Lisboa.










Horario de visita

De martes a domingo: de 10:00 a 18:00 horas.
Cerrado: lunes, 1 de enero, 1 de mayo, Domingo de Pascua y 25 de diciembre.

Precio

Adultos: 5€.
De 15 a 25 años: 2,50€.
Carnet joven: 2€.
Menores de 14 años: entrada gratuita.
Domingos y festivos: entrada gratuita de 10:00 a 14:00 horas.

Barrios El Chiado y el Bairro Alto: Iglesia do Carmo e Iglesia de San Roque.

El Chiado no designa solamente el largo do Chiado, sino todo un barrio cuyas calles principales son las ruas do Carmo y Garrett, que unen el Rossio con la Praça de Camoes. 

Si se toma el ascensor se ven las cuatro manzanas de casas que se incendiaron el 25 de agosto de 1988. Estaban constituidas sobre todo por comercios y tiendas antiguas (almacenes Grandella, almacenes O Chiado, el salón de té Ferrari...). Más de 2000 personas se quedaron sin trabajo. Nada más ocurrir el drama el alcalde nombró al célebre arquitecto portugués Alvaro Siza para que se encargara de la reconstrucción del barrio. Siza ha propuesto una proyecto decididamente clásico salvaguardando y reconstruyendo los edificios, abriendo agradables patios entre los inmuebles, ocupados por tiendas elegantes y terrazas de cafés. 



Iglesia do Carmo



La iglesia do Carmo da a una de las plazas más agradables de Lisboa. Al cruzar su portada, la primera visión evoca aquellos grabados románticos en los que las ruinas están impregnadas con nostalgia.. Los pilares se alzan hacia el silencio. Aquí, la vida se detuvo el 1, de noviembre de 1755, día del terremoto. Las ruinas de la iglesia gótica construida a finales del siglo XIV, por el condestable Nuno Álvares Pereira sirven hoy de escenario a las colecciones del Museo Arqueológico, constituido por cerámicas de la Edad del Bronce, bajorrelieves de mármol, azulejos hispano-árabes y tumbas románicas y góticas. 


     

      



Horario y Precio:

1 Mayo - 31 Septiembre:
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado: 10:00 - 18:00 horas
1 Octubre - 31 Abril:
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado: 10:00 - 17:00 horas
Precio: 3€

Praça Luis de Camoes

Esta plaza que tiene en el centro la estatua del gran poeta, fue uno de los escenarios de la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974. Después de tomar el cuartel de largo de Carmo, donde se encontraba el Presidente del Consejo Marcelo Caetano, la población formó una comitiva alrededor de los militares en sus vehículos blindados, que subían el Chiado, y se detuvieron en la plaza para festejar la libertad recobrada.

Barrio Alto

Este barrio popular que data del siglo XVI ha conservado su carácter y su aspecto pintoresco, a pesar de que en estos últimos años se ha convertido en el barrio de moda donde se han instalado estilistas, tiendas de diseño, restaurantes de moda y casas de fado.

Iglesia de Sao Roque

Fue construida en el siglo XVI por el arquitecto italiano Felipe Terzi, a quien también se debe la iglesia de Sao Vicente da Fora. La fachada original se derrumbó en 1755.



El interior sorprende por la elegancia de su decoración. El techo de la nave, de madera pintada, es obra de artistas de la escuela italiana: los temas representan escenas del Apocalipsis. La tercera capilla de la derecha es interesante por sus azulejos del siglo XVI y una pintura sobre madera de Gaspar Vaz que representa la visión de San Roque.





La capilla de Sao Joao Baptista, obra maestra del barroco italiano, fue construida en Roma en 1742 según planos de Salvi y Vanvitelli y allí recibió la bendición del Papa: 130 artistas participaron en su realización. Desmontada y transportada a Lisboa en tres carabelas por orden del rey Juan V, fue reconstruida hacia 1750 en la iglesia de Sao Roque. Todo en ella es de gran riqueza: columnas de lapislázuli, frontales de amatista, escalones en pórfido, ángeles de mármol blanco de Carrara y de marfil, pilastras de alabastro; el revestimiento del suelo, y los cuadros de los muros están hechos de mosaicos de colores; los frisos, los capiteles y el techo están realizados con oro, plata o bronce.


     

Horarios de visita:

Iglesia: De lunes a viernes de 8.30 a 17 hs. Sábado y domingo de 9.30 a 17 hs.
Museo: De martes a domingo de 10 a 17 hs. Entrada: 1,50€

Mirador de San Pedro de Alcántara

Desde la Plaza de Restauradores se toma el Elevador de Gloria que te lleva al famoso Mirador de San Pedro de Alcántara desde el que disfrutaréis de unas vistas maravillosas de toda la ciudad de Lisboa, en concreto de la Baixa, el Tajo y la colina del castillo de Sao Jorge.







Iglesia de San Vicente de Fora

La iglesia o monasterio de San Vicente de Fora es una iglesia de Lisboa dedicada a San Vicente de Zaragoza, proclamado patrón de la ciudad en 1173, cuando sus reliquias se transfirieron del Algarve a una iglesia fuera de las murallas de la ciudad.

Diseñado por el arquitecto Italiano Filippo Terzi y terminada en 1627, la iglesia presenta una fachada monumental, sobria y simétrica, con torres a cada lado y las estatuas de los santos Agustín, Sebastián y Vicente sobre la entrada. Dentro, sobresale el baldaquino barroco de Machado de Castro, por encima del altar, flanqueado por estatuas de madera de tamaño natural.

     

      


     

El antiguo monasterio agustiniano adyacente, con acceso por la nave, conserva su cisterna del siglo XVI y vestigios del antiguo claustro, pero es más visitado por sus azulejos del siglo XVIII. Entre los paneles de la entrada, junto al primer claustro, están representadas escenas de ataques de Alfonso I de Portugal (Alfonso Enríquez) a Lisboa y Santarém. Alrededor de los claustros, los azulejos, con escenas rurales, rodeados por dibujos florales y querubines, ilustran las fábulas de La Fontaine. En el antiguo convento profesó como religioso san Antonio de Padua.










Panteón de los Braganza

En la parte trasera de la iglesia, un pasaje lleva al viejo refectorio, transformado en panteón de los Braganza en 1885. En él están casi todos los sarcófagos de piedra de los monarcas de esa dinastía, desde Juan IV de Portugal, que murió en 1656, hasta Manuel II, el último rey de Portugal. Sólo faltan María I y Pedro IV. Una estatua de mujer rezando se encuentra junto a los túmulos de Carlos I de Portugal y de su hijo Luis Felipe, asesinados en la Praça do Comércio (Lisboa) en 1908.




En la planta superior se pueden ver una gran cantidad de azulejos del siglo XVIII que evocan las fábulas de La Fontaine.




Sacristía

La sacristía tiene mármoles policromados.


     

Los más valientes pueden subir a las terrazas del monasterio para disfrutar de unas vistas maravillosas de todo el barrio de Alfama.

      






Y también desde las terrazas contemplaremos el Panteón Nacional, el cual visitaremos en breve.


Horario:

- De martes a viernes de 9:00 a 18:00 horas.
- Sábados de 9:00 a 17:00 horas.
- Domingos de 15:00 a 17:00 horas.

Precio: Normal: 5€, estudiantes y senior: 2,50€

Un gran descubrimiento sobre todo por el claustro y sus azulejos.

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